Mientras iban saliendo los créditos de la película, no se movía nadie de sus butacas. El silencio abrumador del público presente fue dando paso a las miradas de soslayo. Nos mirábamos como si temiéramos que aquello que habíamos visto en la pantalla contado por Amenábar pudiera volver a suceder, porque en «Mientras dure la guerra» …
