«Amado mío, dame tu mano y coge la mía para quitarme el frío que me tiene el corazón helado y los huesos ateridos. Pero cógela fuerte, atrápala entre las tuyas y no temas sostenerme entre tus brazos que tanto amo. Y, si me revelo contra mi suerte y alguna palabra o reacción mía te desconcierta, …
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