Ay, de esos bellos caballos…
Trotando libres y salvajes
Por la playa, el monte y el prado…
*
Ay, de esa mujer…
Toda ella naturaleza pura
Mimetizada con el mar y la tierra
Para renacer mariposa, caracola de mar
Sirena ecuestre o hipocampo…
*
Ay de ella y su caballo…
Ella, bailando dentro de un árbol muerto
en medio del desierto y el páramo,
bajo las aguas y entre algas nadando.
Su caballo, ora blanco ora colorado
Bajo el sol galopa con la mujer rumbeando
De tantos rojos y azules, ya se pintó… ¡Dorado!
Caballo enamorado de crines al viento.
Gracia y salero el tuyo para bailar, quedo…
Al son de la mujer pantera, flor y gamo
La que se arquea como dúctil árbol
flecha en arco tensada para atravesar el espacio.
*
Ay, de esa mujer…
El puro aire la recorre inmaculado, su piel acariciando
Juega en remolinos con su melena negra, roja, trigueña…
Toda de Miel… Dulce y frágil…
Como porcelana y miel.
*
Ay, de ese viento que acaricia la faz suya…
Y de esos vaporosos vestidos de gasa
De tules como crines y flotantes organzas
Que se tiñen de color mar, de azul cielo
De hierba seca y de puro amor para ceñir su cintura
Para amarla con locura, en plenitud desbocada…
*
Ay, de ti mujer…
Ya corres sin sofoco hacia el amado
Galopas a pelo sobre el lomo de tu caballo
Ambos, figura ecuestre de belleza táctil
Volanderos soñadores rumbo al Ocaso
La mujer mariposa, hada púrpura, mirlo blanco,
Libre vuela planeando a ras de suelo, bajo cielo raso
Para encontrarse en la playa con su amado.
Para dejar atrás colinas enlodadas de amargo llanto…
Para festejar que su amor allá, la está esperando.
*
Ay, de esa mujer y su caballo…
De la playa en el cerro y la colina en las dunas.
Yerma tierra que al paso rompe el pasto
Entre los cascos equinos y sus pies descalzos.
*
Ay, del sol entre ambos…
Encendida estrella que te alumbra, mujer…
El verde irisado de tus ojos y tu boca, joya de amianto.
Tristemente cantando… desde el desencanto…
Con rumbo o sin él, te encontraste al amanecer…
Por la playa a caballo…¡Rumbeando!